viernes, 13 de abril de 2012

Malo en la cama...

Sé que va a ser imposible que, ante mi siguiente diatriba, el lector no termine convencido que quien escribe no está haciendo otra cosa que justificarse pobremente.
Pero en mi defensa debo decir que hay momentos donde uno debe estar dispuesto a arriesgar su bien habida fama en pos de clarificar para todos algunos conceptos. Espero que sean sanamente recibidos con este espíritu.
El tema de esta entrada es muy delicado para muchos, y creo que afecta particularmente a las mujeres o quizás en forma más desesperanzadora: “Los hombres que son malos en la cama”.
Ya fue dicho hasta el cansancio que el mundo de hoy es altamente exigente con el sexo. La performance sexual es mucho más importante que el éxito profesional claramente, ya que de nada sirve todo lo que se haga si uno es malo en la cama.
“Malo en la cama” invalida todo. Quiero decir,
“- Favaloro inventó el bypass y salvó muchísimas vidas….
-Si pero me dijeron que es malo en la cama…”
Listo, nada más que decir, toda su obra y pensamientos quedan por siempre invalidados automáticamente, pasando a ser este dato probablemente el motivo por el cual se lo recordará eternamente.
Por el contrario, si el hombre es bueno en la cama, todo le es perdonado. “Me trata mal, es egoísta, sucio y mira futbol todo el día… pero en la cama, es un león.”
Así las cosas, cabe destacar que no puede tomarse a la ligera el tema, y mucho menos pasarlo por alto, porque querido lector, déjeme decirle en este momento, que si usted no es bueno en la cama, más vale que empiece a reflexionar porque su vida puede verse seriamente afectada.
Ahora, entendamos que “malo en la cama” es una frase altamente agresiva y carente de sólido fundamento. Estigmatizante y sumamente injusta, ya que si uno lo piensa bien, ser malo en la cama no tiene ninguna relación con la performance durante el sexo.
Los orígenes de este mal que todos y todas sufren radican en la bebida.
Cuántas veces hemos oído al brindar “mírame a los ojos que si no son siete años de mal sexo!”.
Dios mio! 7 años!! 3 brindis mal hechos pueden significa r la ruina de quizás toda tu vida sexual activa. Es desesperante!
No existen pues malos amantes claro está, existen malos brindadores!
Debe prestarse mucha atención a esto, cada brindis, cada copa alzada, es un matar o morir, la vida o la muerte, el éxito o el fracaso. Y adicionalmente, sucede con frecuencia que las horas de mayor intensidad brindadora son aquellas en las que uno está con algunas copas de más. De esta manera, uno sin saberlo, se expone críticamente a un brindis mal hecho solo por una pequeña distracción bohemia.
Si uno lo piensa bien, este y no otro es el motivo escondido detrás de los concejos maternos contra el alcohol. A las madres no le importa realmente que bebas y conduzcas o que tu hígado se haga pedazos. Su única preocupación, como madre amorosa que es, es que un mal brindis arruine tu vida sexual para siempre y te transforme en un paria.
De ahí que hay muchas madres orgullosas andando por la calle hoy en día. Uno puede ver y adivinar muchas veces en su mirada, la satisfacción de un trabajo bien hecho, uno puede leer, si es atento, su expresión diciendo “Mi hijo… mi hijo, se brinda entero!”.